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viernes, 17 de marzo de 2017

Gabriela Montero: El silencio no es una opción #Venezuela

HOY ME TOCA AYUDAR A MÍ
A diferencia de que lo piensa alguna gente, no vengo de una familia adinerada. Mi familia hizo muchos sacrificios para que yo pudiese estudiar en privado con una profesora en EEUU cuando solo tenía 8 años. Nos mudamos mis padres, mi abuela y mi hermano a Miami en 1978, con una beca de Fundayacucho. En 1982 se terminó el periodo de mi beca, y mi padre y mi hermano se regresaron a Caracas porque ya era insostenible para ellos quedarse con nosotras debido a nuestra inestabilidad económica. Al poco tiempo, mi madre regresó a Caracas, por lo que debí quedarme con mi profesora. Sufrí mucho, y al verme deprimida, mi madre volvió a Miami para acompañarme. Alquiló una habitación en casa de una señora, donde vivíamos las dos. Fueron tiempos difíciles. Todo lo que he logrado ha sido con esfuerzo, con la motivación de algunos ángeles en mi camino, y con talento. Cuando regresé a Caracas en 2003, a vivir con mis dos hijas pequeñas, regresé como madre soltera. Empecé de nuevo. Y en esos años mi carrera internacional explotó de una manera impresionante. Viajé con frecuencia de Caracas al exterior. Hice mi debut con la New York Philharmonic y Lorin Maazel. Grabé mi primer disco para el sello EMI, y empecé este camino a un ritmo tan emocionante pero también difícil. Fue muy doloroso para mí separarme de mis hijas. Siempre me sentí culpable, pero yo sabía que o yo salía a flote por ellas en ese momento, o nos hundíamos. No tenía a quién recurrir, sin ningún salvavidas! Precisamente, en esa época en Caracas, recibí una llamada de Abreu. El venia con un mensaje de Pdvsa. El gobierno quería que yo fuese la solista en un concierto con Dudamel y la Orquesta Simón Bolívar en el Teatro Colón, en Buenos Aires. Era un concierto para Pdvsa. Inmediatamente, le dije a Abreu que si era para el gobierno, nunca lo haría. Él, que sabe que nadie le dice que no, cuando me repitió la oferta, y yo desistí nuevamente, sacó la última carta que le quedaba. Me dijo: “Gabriela, si tu das este concierto, más nunca tendrás problemas económicos. Pdvsa se ocupará de ti”. En ese momento respondí: "No gracias; yo no tengo precio". Abreu nunca me lo perdonó. Pero tengo que decir que a pesar de que la vida no ha sido fácil, siento que mi mayor riqueza ha sido lograr lo que he logrado de la forma más limpia y honesta posible. No le debo mi carrera ni al Sistema ni al gobierno, y esa es una gran victoria personal para mí. Eso lo sabe y le duele al Sistema, y por eso inventan un sinfín de rumores y calumnias para desacreditarme. Pero la verdad, siempre sale a flote. Como mujer, me siento sumamente feliz de poder decir que pude vencer todas esas vicisitudes. Como madre, creo que le ha sido de ejemplo a mis hijas, porque las dos tienen una gran conciencia social y ética. Como artista, puedo decir que lo vital para mí ha sido llegar adonde estoy, y no ha sido ni la fama ni el poder lo que me ha motivado en el camino. Hoy en día, intento ayudar a otros lo más que puedo, hasta llegar al punto de conseguir medicinas para los enfermos; ayuda económica para los más necesitados, y denunciar desde hace 7 años en la prensa internacional lo que sucede en nuestro país. Siento que es mi deber. Y siento que es el deber del artista, por contar con una plataforma y acceso a las masas, el abogar por quienes no tienen voz. El silencio no es una opción.
 Lea el artículo completo aquí: 

Gabriela Montero: El silencio no es una opción: Invitada de lujo en el Auditori con la OBC (Orquesta Sinfónica de Barcelona), bajo la dirección de su amigo Jaime Martin, la pianista venezolana habla de su carrera desde los 5 años; del concierto Nº 1 de Tchaikovski que tocará en esta gira. Sin olvidar la situación de su país; de cómo se negó a ser una “artista exclusiva” de la Pdvsa chavista y de cómo le duele saber que en Caracas hay familias que se acuestan sin comer. Un dolor que refleja en ExPatria, su pieza para piano y orquesta que le valió los aplausos y una rabiosa censura política del oficialismo

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