Mitos políticos urbanos
Para ganar, necesitan convencer al grupo individual más grande del país: los no alineados políticamente
LUIS VICENTE LEÓN | EL UNIVERSAL
domingo 20 de febrero de 2011 12:00 AM
A continuación describo algunos de los mitos urbanos más comunes en Venezuela. 1.- 'Chávez es invulnerable'. Esta afirmación es falsa, pero no sólo para Chávez sino para todos. Obviamente Chávez cree que la idea de invulnerabilidad ayuda a desarticular adversarios. Es a ellos a quien quiere inculcar el mito. La impresionante declaración que dice que el sector militar defendería a Chávez incluso si el pueblo votara en su contra, no es más que una de las formas de reforzar ese mito. No es verdad que el sector militar validaría, unido, una violación constitucional de esa magnitud. Cambiar la situación actual en la que apoyan a un líder elegido por el pueblo por una en la que este actor pretendiera quedarse en el poder por la fuerza, sería naturalmente conflictivo. No sé si una parte del sector militar estaría dispuesto a intentarlo. Lo que sí sé es que hay otra, institucional, que trataría de impedirlo y eso cambiaría completamente el juego. Ni siquiera creo que Chávez trataría de hacerlo, pero eso no es lo importante. Lo relevante es que sus adversarios crean que sí, para generar en ellos ese comentario de-sarticulador que reza: 'No vale la pena. Después de todo, si Chávez pierde, no entregará'. Mentira. Si la oposición hace su trabajo correctamente y gana la elección presidencial, no habrá nada ni nadie que evite su acceso al poder, aunque puede que tenga faena para concretarlo.
2.- 'La oposición sólo necesita un candidato unitario para ganar'. No cabe duda que la unidad es una condición indispensable para el triunfo de la oposición, el problema es que no es suficiente.
El 'solo necesita' parte de la premisa equivocada de que la oposición a Chávez, sola, es mayoritaria y el único reto es sumar todos los votos contra él para ganar. Mentira también. Ni el grupo que apoya a Chávez (unido automáticamente a su favor) ni el grupo que lo rechaza (unificado por una articulación de los grupos heterogéneos que conforman la MUD) superan por sí solos el 50%, por lo tanto, para ganar, cualquiera necesita convencer al grupo individual más grande del país: los no alineados políticamente. Sin autodefinirse chavistas u opositores, parte de este grupo evalúa en negativo la gestión de Chávez mientras que otros lo hacen positivamente, pero todos están dispuestos a evaluar alternativas, a chequear si existe algo más atractivo y a explorar si un cambio a futuro podría representar un vacío. Al final podrían votar por Chávez (porque piensan que es el menos malo), por un opositor (si creen que mejorarán con él) o abstenerse.
Para convencer a estas personas no basta el 'todos contra Chávez' o 'defiende la democracia y la libertad'. Ellos quieren algo mejor para ellos y los suyos y no sienten que cualquiera lo es. Lo que necesitan es una oferta atractiva: racional y emocionalmente. Es cierto que estos grupos no quieren comer arroz con pollo el resto de su vida, pero la alternativa culinaria que les ofrezcan será vital para decidirse a probar. A lo mejor son hallaquitas mirandinas, mojito en coco, hervido de gallina capitalino o pisillo guariqueño, pero definitivamente no es langosta, esa que tanto gusta a mis panas y tan rara y desagradable resulta a la masa popular. Pues resulta que es a los intereses, búsquedas y necesidades de las mayorías donde la propuesta alternativa debe apuntar.
3.- 'Proponer un líder de oposición que enamore a las masas, es proponer un Chávez de oposición'. No, pajarito, lo que la oposición debe buscar es alguien que entienda realmente los problemas de la gente y sepa hacer cosas mucho más concretas e inteligentes que hablar paja horas y horas, mientras el país completo se cae a pedazos. Si lo consiguen... ganarán.
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