Basura entra, basura sale
Señalan, además, que el problema tendría su origen en el hecho de que el ente emisor asume como ciertas las cifras de dudosa calidad que le suministran los ministerios y otros organismos del Estado, sin cuestionamiento alguno y sin investigar o comprobar la certeza de las mismas.
Y como ya se ha hecho evidente, en los tiempos de esta revolución chavista, lo que impera es el falseamiento de la realidad, el manejo opaco de los dineros públicos, y el ocultamiento de una data que debería ser de conocimiento de la ciudadanía.
Qué se puede esperar, si el BCV da como cierta la información del Ministerio de Energía y Petróleo de que PDVSA está produciendo mas de tres millones de barriles diarios, cuando fuentes como la OPEP informan que la producción venezolana a duras penas llega a 2,4 millones de barriles diarios.
Y esto se queda corto ante otras informaciones como la que asegura que el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (SITME) ha mejorado el desempeño económico, cuando realmente es todo lo contrario. El cierre del mercado permuta ha perjudicado seriamente la economía del país.
O cuando el BCV asegura que el consumo final privado cayó escasamente 2,4%, cuando según el mismo ente emisor, la remuneración promedio del venezolano está, en términos reales, 7,7% por debajo de su nivel del segundo trimestre de 2009.
Otra inconsistencia que llama la atención es el anuncio del Seniat, de que la recaudación por concepto del IVA habría aumentado 25,6% en los primeros siete meses del año. La realidad es que si se ajusta este aumento por el hecho de que el IVA es del 12% ahora, vs. 9% de 2009, se tiene que las ventas sujetas al IVA sufrieron una reducción de 5,8% en términos de bolívares corrientes. Así al ajustarlo por la inflación, se infiere que el consumo de bienes y servicios sujetos al IVA (lo que no incluye gran parte de la cesta básica) se contrajo en nada más y nada menos que en 28,9%, en términos reales. Ante esto, es difícil aceptar que el consumo privado no cayó sino el 2,4%.
Otra que es para agarrar palco, es la que sostiene que el Gobierno evitó una mayor caída de la inversión al decretar la emergencia eléctrica, cuanto lo que "evitó" lo caída mayor fue la compra apresurada de unidades de generación eléctrica.
Para los economistas, lo peor de esta situación no es que la economía está en recesión - por que eso ya se sabía - sino lo realmente preocupante es que, después de setenta años, ya no se puede confiar en las estadísticas de un ente que otrora tenía alta confiabilidad y transparencia, el Banco Central.
. Disponible en inglés en: www.veneconomy.com a partir de las 4:00 p.m.
VenEconomía Opina, 23 de agosto de 2010
La semana pasada el Banco Central informó acerca del desempeño de la economía durante el segundo trimestre. A sorpresa de muchos, expertos economistas como José Guerra y Jesús Cacique han expresado sus dudas acerca de la credibilidad de las cifras que publica el BCV.
Señalan, además, que el problema tendría su origen en el hecho de que el ente emisor asume como ciertas las cifras de dudosa calidad que le suministran los ministerios y otros organismos del Estado, sin cuestionamiento alguno y sin investigar o comprobar la certeza de las mismas.
Y como ya se ha hecho evidente, en los tiempos de esta revolución chavista, lo que impera es el falseamiento de la realidad, el manejo opaco de los dineros públicos, y el ocultamiento de una data que debería ser de conocimiento de la ciudadanía.
Qué se puede esperar, si el BCV da como cierta la información del Ministerio de Energía y Petróleo de que PDVSA está produciendo mas de tres millones de barriles diarios, cuando fuentes como la OPEP informan que la producción venezolana a duras penas llega a 2,4 millones de barriles diarios.
Y esto se queda corto ante otras informaciones como la que asegura que el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (SITME) ha mejorado el desempeño económico, cuando realmente es todo lo contrario. El cierre del mercado permuta ha perjudicado seriamente la economía del país.
O cuando el BCV asegura que el consumo final privado cayó escasamente 2,4%, cuando según el mismo ente emisor, la remuneración promedio del venezolano está, en términos reales, 7,7% por debajo de su nivel del segundo trimestre de 2009.
Otra inconsistencia que llama la atención es el anuncio del Seniat, de que la recaudación por concepto del IVA habría aumentado 25,6% en los primeros siete meses del año. La realidad es que si se ajusta este aumento por el hecho de que el IVA es del 12% ahora, vs. 9% de 2009, se tiene que las ventas sujetas al IVA sufrieron una reducción de 5,8% en términos de bolívares corrientes. Así al ajustarlo por la inflación, se infiere que el consumo de bienes y servicios sujetos al IVA (lo que no incluye gran parte de la cesta básica) se contrajo en nada más y nada menos que en 28,9%, en términos reales. Ante esto, es difícil aceptar que el consumo privado no cayó sino el 2,4%.
Otra que es para agarrar palco, es la que sostiene que el Gobierno evitó una mayor caída de la inversión al decretar la emergencia eléctrica, cuanto lo que "evitó" lo caída mayor fue la compra apresurada de unidades de generación eléctrica.
Para los economistas, lo peor de esta situación no es que la economía está en recesión - por que eso ya se sabía - sino lo realmente preocupante es que, después de setenta años, ya no se puede confiar en las estadísticas de un ente que otrora tenía alta confiabilidad y transparencia, el Banco Central.
. Disponible en inglés en: www.veneconomy.com a partir de las 4:00 p.m.