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lunes, 6 de septiembre de 2010

La revolución necesita más tiempo para terminar la destrucción - Sobre la marcha - EL UNIVERSAL

La revolución necesita más tiempo para terminar la destrucción
Por Elides J. Rojas L. - SOBRE LA MARCHA
30.08.2010
08:04 PM



El verdadero líder de la llamada revolución bolivariana, el premuerto Fidel Castro, declaró de manera muy humilde que había resucitado, que regresó de entre los muertos, que tenía que volver, pues todavía no había terminado su obra entre los vivos. Nada más y nada menos. No había terminado su magistral obra y por tanto tenía que mejorar para retornar y cerrar con broche de oro. Si para este criminal 50 años no han sido suficiente tiempo para asesinar, perseguir, encarcelar, torturar y empobrecer a su propio pueblo, al extremo de que muchos prefieren que los tiburones enviados por el imperio se los coman entre Cuba y Miami, qué quedará para otros que apenas comienzan la obra destructiva.

La trastada en Cuba ha pasado por muchísimos intentos del anciano criminal por importar su sistema de gobierno dictatorial y represivo. La excusa siempre ha sido la misma: hay que derrotar al capitalismo, destruir al imperio e imponer la dictadura del proletariado a la gente, a punta de fusil si es necesario, ya que es la única forma de mejorar la calidad de vida de los pueblos. Con esta consigna el viejo asesino de Cuba se ha raspado la vida de miles de cubanos y a otros los ha destruido para siempre. Y, como el mismo criminal caribeño lo dice, todavía le falta por matar y arruinar.

Casualidades. Muy parecido a nuestro líder, guía y pastor quien hasta el 2021 le parece poquito. El nuestro también se imagina que estará montado, cueste lo que cueste, toda la vida en el coroto. El principio es el mismo que enarbola el anciano asesino cubano: van casi 12 años y esta revolución apenas comienza. Ahora es cuando falta para que el pueblo comience a ver los beneficios que promete a gritos el chavismo, tan buenos son que provocan una frase gloriosa de la boca de la no menos gloriosa legisladora Cilia Flores: hasta en las encuestas de oposición aparece Chávez ganando. Puede ser que no entendimos bien, pero hasta ahora se tiene por cierto que Chávez no está compitiendo para ser apenas un diputadito rojo. Su ambición es la misma de siempre y en eso coincide con el viejo torturador de Cuba: quedarse en el poder hasta que el rigor mortis impida una cadena más.

Al igual que el viejo depravado de Cuba, aquí también falta mucho por destruir. Debemos reconocer que han hecho un gran trabajo. Lo de la economía es inmejorable. En apenas doce años han regresado al país a la época de Gómez. Un excelente trabajo encabezado por micomandantepresidente en persona y muy bien adelantado por el sabio Giordani y gente como el choro escapado Tobías Nóbrega y otros piratas de su estilo. Aquí vamos rumbo a la cubanización, al estilo del viejito asesino que todavía manda en Cuba. Sin empresas privadas, sin trabajo y mantenidos por un gobierno esclavistas, represor y anti obrero. Pero, como dice el asesino de La Habana: si allá hace falta el tirano para continuar la obra, aquí, en la otra Cuba, también. Doce años son nada. Para terminar de dinamitar la economía venezolana, efectivamente, hace falta un poco más. Es necesario acabar con lo único que medio produce divisas: Pdvsa. Y en esa gestión también van excelentemente.

Nadie sabe a ciencia cierta qué pasa dentro de la industria. Desde que fue retirada del mercado bursátil internacional y convertida en una caja negra hay que creer en las cuentas que presenta el socio número uno de micomandantepresidente, Rafael Ramírez. Y, lamentablemente, según los expertos que traducen ese galimatías las cosas no van bien. O, según el lenguaje chavista, van muy bien. Menos producción, una nómina inflada cercana a los 100 mil trabajadores, una pérdida inocultable de productividad y un endeudamiento monstruoso hablan de un torpedo destructor en plena acción. La bomba solomataempleo que inventó Chávez y que muy bien lanzan sus segundones hace su labor perfectamente en la principal industria de los venezolanos, ahora convertida en la caja chica de los cubiches y su cúpula de vividores.

Como dice Cilia Flores. La revolución está ganando otra vez. Y es necesario que gane para poder continuar la obra destructora. Es verdad que han acabado con casi todo, pero hay posibilidades de que en los próximos años terminen de acabar con lo poco que queda parado. Como dice el viejo criminal cubano, quien regresó de la muerte para seguir su obra, hay que darle chance a esta gente para que terminen de pasar la podadora.

No es una revolución. Es el barbarazo que acabó con todo. Y, ciertamente, necesitan algo más de tiempo para terminar.

Twitter: @ejrl


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