Comparte

viernes, 6 de noviembre de 2015

#Maduro esta claro: "la revolución no será entregada jamás” “gobernaría con el pueblo y con una alianza cívico–militar" #AbajoALaIzquierda

"la profunda contradicción en la que incurre el presidente al firmar un acuerdo para
respetar los resultados electorales, pero al mismo tiempo señalar que
desconocerá las competencias y funciones de los diputados electos
para
gobernar con una alianza cívico-militar. Por cierto, una alianza de este
tipo suena a junta de gobierno
o algo parecido lo cual implicaría una
ruptura directa del orden constitucional
."
Se quito la mascara, y todo sigue como si nada!  Queda solo un mes antes de las elecciones.  No olviden, #AbajoALaIzquierda

Esto de Juan Manuel Raffalli, @juanraffalli

El Nacional via runrun.es

¿Alianza cívico-militar? por Juan Manuel Raffalli

Por
civicomilitar

H
ay
frases o ideas que dejan al descubierto lo que realmente pensamos y lo
que estamos dispuestos a hacer en determinado momento bajo ciertas
circunstancias. Eso exactamente fue lo que le ocurrió al presidente
Maduro cuando recientemente dijo que si la oposición dominaba la
Asamblea Nacional, “gobernaría con el pueblo y con una alianza
cívico
militar; pero la revolución no será entregada jamás”. Esta frase por donde se
mire es una estupidez que incluso en cualquier país serio ameritaría un
antejuicio de mérito o al menos un amparo constitucional contra la
amenaza de violación de derechos y garantías constitucionales de los
candidatos a diputados. Justificamos por qué se trata de una frase
infeliz pero peligrosa.
Empecemos por lo más evidente. Al decir esto el propio Maduro
deja ver su profundo temor a perder las elecciones. Decir que la
revolución no será entregada, supone que será minoría y con ello valida
todas las encuestas que están dando un amplio margen a la oposición en
términos de intención de voto. Si tan seguro estuviera Maduro de la
victoria del oficialismo el próximo 6 de diciembre, no mencionaría ni
remotamente la posibilidad de entregar  la revolución.

Otro punto que deja de bulto la estupidez que representa esta frase es la profunda
contradicción en la que incurre el presidente al firmar un acuerdo para
respetar los resultados electorales, pero al mismo tiempo señalar que
desconocerá las competencias y funciones de los diputados electos para
gobernar con una alianza cívico-militar. Por cierto, una alianza de este
tipo suena a junta de gobierno o algo parecido lo cual implicaría una
ruptura directa del orden constitucional.



Además, esta aseveración denota un profundo desconocimiento del funcionamiento de los poderes
públicos. Sencillamente, Venezuela se rige por un sistema de gobierno
presidencialista con sujeción parlamentaria, es decir, conforme a la
Constitución, el presidente no puede desconocer al Poder Legislativo, el
cual no solo es autónomo en su función legislativa, sino que tiene a su
cargo precisamente el control del Poder Ejecutivo junto con el Poder
Judicial.

Sencillamente, presidente, con la Asamblea Nacional no
pueden aplicar la fórmula de crear un organismo paralelo para tratar de
vaciar sus competencias y funciones al estilo “Corpomiranda”. La
Constitución es muy clara y las funciones de la Asamblea Nacional, salvo
que medie una ley habilitante, no pueden ser asignadas o delegadas a
otros poderes públicos y, menos aún, a una instancia cívico-militar cuya
existencia no tiene soporte ni reconocimiento  constitucional.

En este contexto, dado que no es posible que ningún ente u órgano asuma
las competencias de la Asamblea Nacional, es imposible imaginar cómo
podría esa supuesta alianza cívico-militar, “gobernar”. ¿Será que
desconocerán las leyes que dicte el Poder Legislativo nacional; será que
no acudirán a las interpelaciones; o que no someterán el presupuesto
nacional o los créditos adicionales a la aprobación de la Asamblea? El
presidente tiene que explicar qué implica lo que dijo. Está obligado a
retractarse o, por el contrario, decir claramente que en caso de ser
derrotada la revolución en las parlamentarias, desconocerá la
Constitución, por la cual parece no tener ningún respeto.

El otro aspecto muy importante en relación con esta infeliz afirmación es el
mutis del ministro de la Defensa. Lo que pasó no es poca cosa. Esta
declaración involucra de manera comprometedora y directa a la Fuerza
Armada, y por aquello del que calla otorga, el ministro debe desmarcarse
de semejante declaración y ratificar el compromiso de él y de toda la
Fuerza Armada con la Constitución. Hay situaciones en las que el
silencio no es una opción sino una respuesta, esta es una de ellas.

Finalmente, ante esta peligrosa estupidez, debemos recordar al presidente que la
Asamblea Nacional es un órgano que por ser colegiado y conformado por
representantes electos en cada región del país, presenta una legitimidad
democrática nacional, mucho más contundente que la que pueda tener el
mismo presidente. La Asamblea Nacional representa al pueblo y por ello
el presidente no puede desconocerla ni atentar contra sus competencias
legítimas, ello implica desconocer la Constitución y los principios más
básicos de la democracia que es consustancial con nuestros valores
republicanos.

En definitiva entendemos el terror electoral que invade al presidente, pero eso no lo habilita para que desde su cargo pueda soltar semejantes estupideces con semejante carga de peligrosidad.
Esperamos que rectifique y que el ministro de la Defensa se desmarque.

@juanraffalli

El Nacional
¿Alianza cívico-militar? por Juan Manuel Raffalli

Subscribase por email

Ingrese su correo electronico: