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jueves, 6 de septiembre de 2012

#PDVSA - La mano de Fidel- Opinión y análisis

deudas llegan casi al total de sus activos

Desde que Chavez está en el gobierno, la producción de petróleo venezolano bajó casi en 1 millón de barrles diarios y se encuentra actualmente, según cifras internacionales, en 2,5 barriles al día

Analitica.com

La mano de Fidel

Jurate Rosales


Jueves, 6 de septiembre de 2012

La petrolera es actualmente una empresa cuyas deudas llegan casi al total de sus activos. Desde que Chavez está en el gobierno, la producción de petróleo venezolano bajó casi en 1 millón de barrles diarios y se encuentra actualmente, según cifras internacionales, en 2,5 barriles al día









   Foto: Google
El estallido con triple incendio ocurrido en la refinería de Amuay, viola el más sagrado de todos los derechos humanos: la vida. La cifra oficial de muertos es de 42 fallecidos y 8 desaparecidos, a lo que debemos agregar el intenso dolor que causan las quemaduras, y la cifra oficial de los heridos es de 132 heridos, con diez de ellos hospitalizados. Ya no se trata ni de política, ni siquiera de compasión y lamento, sino de un delito que debe ser investigado penalmente, si aparece que el siniestro ocurrió por descuidos de la empresa.
El informe de la reaseguradora
La multinacional australiana QBE, una de las 20 más grandes empresas reaseguradoras del mundo, recibió en marzo 2012 un informe elaborado por la firma RJG Risk Engineering. El informe fue dado a conocer esta semana por el diario Miami Herald, se llama “Risk Improvement Recomendations Update Report” y el petrolero exiliado Horacio Medina resumió los principales aspectos de este documento:
a. La refinería de Amuay tenía previsto en el plan original del 2011 la ejecución de 9 mantenimientos. De este plan sólo se efectuaron 2, con grandes problemas por los materiales, lo que ocasionó importantes retrasos.
b. Algunos estudios realizados en la empresa indican que tan solo 20% del personal está involucrado en actividades de seguridad industrial.
c. En las 10 unidades de la refinería de Amuay, los días de paradas no programadas se incrementaron en 70% con respecto al 2010.
d. Textualmente: “durante el 2011, 222 incidentes fueron reportados, incluyendo alrededor de 100 incendios, muchos de los cuales produciéndose en trincheras de tuberías contaminadas”.
e. Textual: “aún cuando hay un buen procedimiento para la investigación de incidentes, debemos resaltar que pocos de ellos habían progesado más allá de la etapa de establecer una comisión de estudio y sólo nueve de ellos habían sido declarados cerrados, con las recomendaciones ejecutadas”.
De allí recogemos principalmente que durante 2011 hubo 222 incidentes de los que alrededor de 100 incluyeron incendios.
La pregunta, entonces, es ¿Cómo se llegó a ese extremo? Y de comprobarse que lo anterior permitía prever el desastre, la segunda y principal pregunta es “¿Quién permitió que existan viviendas a pocos metros de la refinería, cuando las normas internacionales las prohíben y establecen un cordón de seguridad de 1.500 metros alrededor de ese tipo de instalaciones?
De manera que resumiendo todas las preguntas que surgen en absoluta objetividad y simplemente mirando los hechos, volvemos a un solo tema: ¿Qué pasó con la PDVSA que en el año 2001, en la lista del “ranking” de las más eficientes petroleras del mundo, establecida anualmente por Petroleum Weekly, se encontraba en el segundo lugar mundial, seguida por la Exxon en el puesto 3, y precedida únicamente por la petrolera estatal de Arabia Saudita en el No 1?
La mano de Fidel
Muchos de los cambios radicales introducidos por Hugo Chavez en la dirección de Petróleos de Venezuela, PDVSA, propietaria de la refinería de Amuay donde ocurrió el siniestro, se debieron a la resistencia de los directivos a pasar de la organización de una empresa rentable a la de una caja chica del gobierno. Allí, el primer encontronazo ocurrió cuando en abril-mayo de 2002, PDVSA cesó los envíos a cuba ordenados por Chávez, porque los reglamentos de la empresa prohibían suministrar petróleo a un cliente moroso, y la petrolera cubana, Cupet, no pagaba. Chávez para entonces ya había botado apenas unos días antes con un pito y el grito de ¡“Pa’fuera”! a los directivos, lo que fue seguido por la cesación de unos 22.000 trabajadores considerados poco flexibles. Al saberse que los envíos se interrumpían, Chávez colocó a su más readical operador y amigo personal de Fidel Castro, Alí Rodriguez Araque, en la presidencia de la petrolera.
Viéndolo con la distancia del tiempo transcurrido, cabe observar que detrás de la toma de control de PDVSA, estaban inevitablemente los consejos de Fidel. El heredero de Rodriguez Araque en esa presidencia de la petrolera, fue Rafael Ramirez, otro protegido de Castro y el hombre que dejó las cosas en claro el día en que anunció que PDVSA era “roja rojita”, agregando que todo trabajador de Petróleos de Venezuela debía ser y era – chavista en primer lugar.
Una de las metas de vida de Fidel Castro ha sido hacerse del petróleo venezolano. Su primera visita a Venezuela, en enero de 1959, fue para pedir petróleo a crédito al entonces presidente electo Rómulo Betancourt. La reunión tuvo lugar en Maiquetía, duró dos horas y Betancourt negó de plano a Castro el petróleo venezolano.
El segundo intento de Fidel fue la idea de tomar a Venezuela como tomó a La Habana desde la Sierra Maestra: financió las guerrillas en Venezuela y planificó dos desembarcos, que fallaron en el desembarco de Machurucuto, por la forma denigrante con la que mandó a fusilar a un cercano colaborador al acusarlo de haber revelado el sitio donde los invasores cubanos pensaban bajar a tierra en la playa venezolana.
Fidel no se desanimó y prosiguió con sus intentos de desestabilizar la democracia. El general Peñaloza reveló recientemente, que Castro había aprovechado la invitación a la toma de posesión de Carlos Andrés Pèrez para introducir y dejar en Venezuela hombres con armas, que se activaron durante el Caracazo.
La gran oportunidad le llegó a Fidel cuando apareció Hugo Chavez. A partir de ese momento, el único obstáculo que quedaba entre Fidel y el petróeo venezolano, fue inicialmente el ejemplar funcionamiento de PDVSA que por su propia institucionalidad no se prestaba a lo que Fidel y Chavez querían.
La lucha por romper la resistencia de los petroleros venezolanos pasó por muchas etapas, incluida la del nombramiento de un militar, el general Guaicaipuro Lameda, a la presidencia de PDVSA (antes de colocar allí a Rodriguez Araque) contando con la obediencia militar del nombrado. Lameda, sorpresivamente, resultó ser un administrador cabal y cayó en desgracia.
No sería sino a partir de la destrucción de la meritocracia, la remoción de un tercio de la nómina, su reemplazo por gente sin preparación técnica pero con carnet del partido y la introducción de muchas actividades ajenas al negocio del petróleo, que PDVSA pasó ser lo que necesitaba Fidel Castro: un instrumento de política internacional y principal sostén de la economía cubana.
La PDVSA del 2012
La petrolera es actualmente una empresa cuyas deudas llegan casi al total de sus activos. Desde que Chavez está en el gobierno, la producción de petróleo venezolano bajó casi en 1 millón de barrles diarios y se encuentra actualmente, según cifras internacionales, en 2,5 barriles al día.
Dado que la petrolera sigue endeudándos, al no tener ya más nada que empeñar, pidó prestado a China a cambio petróleo futuro. Es la entrega inconstitucional del subsuelo venezolano y la pérdida de la soberanía en ese aspecto, además de que endeuda a las futuras generaciones de venezolanos. Ni siquiera esto ha sido suficiente, porque existe el proyecto de colocar acciones de PDVSA en la bolsa de valores china, lo que equivale a vender la empresa misma. Si esto ocurre, PDVSA ya no será de los venezolanos, porque habrá otros dueños.
En el aspecto importantísimo de la seguridad laboral, -donde lo que está en juego son vidas humanas-, lo ocurrido en Amuay pone en duda la situación en todas las demás instalaciones y principalmente en las demás refinerías de PDVSA.
Finalmente, si se suman las entregas graciosas de petróleo por razones políticas a los países “amigos” y la compra de votos en la OEA con Petrocaribe, además de todos los demás “favores” pagados por PDVSA en construcción de plantas eléctricas, casas, hospitales y, pare usted de contar, en países del Africa y América, las pérdidas de la empresa son grandes. Agregue a ello las compras de armamento a los rusos, bielorrusos, aviones a Brasil, y la cuenta del “debe” crece. Luego vienen la importaciones de alimentos, repuestos, medicinas etc., etc., y de pronto, los dólares de Cadivi ya son pocos. Al final, no es PDVSA, sino el país al que Chávez ha quebrado, y todos los venezolanos que endeudó son los que van a pagar, porque PDVSA ya no da abasto. Pareciera que esta pudo haber sido la razón por la que, según el propio informe de PDVSA, las revisiones de las refinadoras no se hicieron por “falta de material”, que aparentemente, no se pudo comprar.


Opinión y análisis - La mano de Fidel

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