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martes, 2 de agosto de 2011

El extraño nacionalismo chavista - Sobre la marcha - EL UNIVERSAL

El extraño nacionalismo chavista

Elides Rojas

01.08.2011
11:39 AM


Prefiere entregar los contratos de todas las empresas del Estado a proveedores extranjeros. A los pocos que contratan no les pagan. Los contratistas de Pdvsa la están viendo negras. La deuda es astronómica y mientras Ramírez dice que está pagando, las empresas que siguen operando ven cómo crece la deuda bajo el chantaje y la amenaza. Sacó a las compañías nacionales del Sur del Lago para meter a empresas extranjeras que no han podido llenar los espacios dejados por los nacionales. Muchas de las haciendas y fincas expropiadas o confiscadas, según se haya portado la chequera de micomandantepresidente, terminaron en manos de empresas vinculadas al eje Castro-Chávez como los libios o los iraníes. Grandes proyectos de desarrollo agrícola como centrales azucareros y enormes extensiones de siembra experimental se las regalaron a los cubanos, donde han hecho su agosto en corrupción y mala ejecución de obras. Sacaron a las empresas que hacían servicios de auditoría externa y hasta desarrollos tecnológicos de Pdvsa y las entregaron a piratas cubanos que se ganan unos reales simplemente subcontratando a otros que sí saben.


El chavismo ha entregado a chinos, brasileños, iraníes, españoles y hasta a empresitas piratas de Nicaragua, Bolivia o Ecuador la ejecución de grandes obras de vialidad, puentes, sistemas de transporte, redes ferrocarrileras, puertos. Muy pocas de esas obras han sido terminadas, muy pocas avanzan. Muchas o no arrancaron o simplemente están paralizadas a la orilla de autopistas y caminos. Se han robado un realero, no tienen nada qué mostrar en la gestión y, para completar la faena, le generan un grave daño tanto a la mano de obra venezolana como a los empresarios nacionales. Todo a propósito. Nada casual. El chavismo le entregó a los cubanos, con todo gusto y hasta con cierta tembladera en las coyunturas, prácticamente la médula de de los sistemas de seguridad de Estado. Los cubanos mandan dentro y fuera de los ministerios, en cedulación, en pasaportes, en registros, en notarías, en importación de alimentos, en importación de medicinas, en puertos, en compra de herramientas de seguridad aeronáutica, en políticas de agroindustria, en política exterior, en deportes, en educación, en medicina. Los cubanos no son una isla vecina. Cuba es cogobierno. Los Castro son cogobierno.


El chavismo entregó a empresas y países extranjeros la construcción de viviendas y hasta la optimización del sistema nacional de electricidad. Gran parte de los negocios y operaciones de Pdvsa, aunque el discurso chavista diga lo contrario, fue objeto de una nueva privatización. Ahí mandan cubanos y chinos. Ahí campean iraníes y bielorrusos. Hasta los gringos, italianos e ingleses están completicos por esos lados. Igual en el sector gas. Lo demás es discurso y mamarrachería chavista vestida de verde, pues rojo ya no será más.


La deuda coloca a Venezuela casi en manos de sus acreedores. Los mismo de siempre más chinos y japoneses. Y, como consecuencia directa de las políticas castristas, no se produce ni café. Todo depende de las importaciones que como es natural, están trianguladas con cubanos. Todo esto sin nombrar la regaladera a países de la cuerdita, una materia que ya supera los 250 mil millones de dólares.

Eso es nacionalismo. Nacionalismo puro. Nacionalismo rojo, aunque ahora quieran teñirlo de amarillo pollito.

Twitter: @ejrl
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