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(06:13 PM) Más complicaciones

El régimen bolivariano y el presidente Chávez están sumergidos en una confrontación muy peligrosa que afectará muy negativamente al movimiento bolivariano, no sólo en Venezuela, en donde está desacreditado por la ineficiencia del Gobierno y la corrupción que corroe la estructura, sino en los demás países en donde se quiere instalar a punta de maletinazos.

Nada afortunada la injerencia del chavismo en la región que todos reconocen, menos el buen mandado secretario general de la OEA, el chileno Insulza, quien todavía afirma, con un desparpajo sin precedentes, muestra además de la gran ignorancia que posee al respecto, que en Venezuela la democracia no está en peligro. Sorprendente que un funcionario a quien le compete velar por el desarrollo y el fortalecimiento de la democracia, defienda la reelección indefinida directa o indirectamente, implícita o explícitamente, y una reforma constitucional que lejos de garantizar los derechos humanos, su disfrute y su promoción, coarta las libertades y los derechos fundamentales.

En Argentina, la "injerencia" bolivariana le está pesando al presidente Kirchner, quien mantiene un cierto bajo perfil, a pesar de los ataques de la oposición. El escándalo del maletinazo no es tan sencillo ni se ha olvidado tan fácilmente en Argentina. La candidatura de la señora Kirchner, que favorecen los revolucionarios venezolanos, está en peligro gracias a las "influencias" del caudillo criollo.

Curiosamente, ante este descarado acto de corrupción, en relación con el cual todavía el honorable contralor y los miembros de la Asamblea no han encontrado "evidencia", el ex vicepresidente Rangel, de nuevo periodista "independiente" señala que en Pdvsa hay una corrupción importante. Más que una denuncia, como las que solía hacer en su época, esta declaración busca probablemente la defenestración de algún funcionario incómodo de la industria. Es muy probable que estén buscando la cabeza de algún disidente y convertirle en la víctima de este escándalo.

También curiosamente, el presidente de Pdvsa y ministro de Energía dice que está dispuesto a cooperar con las autoridades judiciales argentinas que tienen al "empresario" revolucionario, residente en el imperio, Antonini, en la mira.

En Bolivia, ni hablar, injerencia directa y descarada, lo que le está creando serios problemas al hermano Evo Morales, quien, aunque recibe parte de nuestro patrimonio, no tiene el manejo del país como lo quisiera Caracas. La división del país se refleja no sólo en los grupos políticos, sino en las regiones. La "ayuda" bolivariana complica más bien las cosas, no sólo por el fondo, sino por la forma en que se pretende hacer.

En Nicaragua la injerencia ha sido evidente y peligrosa para el sandinismo. Desde antes de las elecciones y eso lo saben los nicaragüenses y el mismo ministro de Relaciones Exteriores, quien ahora acusa a Marcel Granier por sus declaraciones sobre ello, la revolución bolivariana envió fondos, asesores, petróleo, para la campaña de Daniel Ortega. Se crea ahora, como se teme en Paraguay también, un problema de dependencia muy serio. Managua le deberá a Caracas demasiado y le costará salirse o alejarse del círculo de acción de los bolivarianos. Estratégicamente es un error, pues se tiene que alejar de otros, tomando otras posiciones que a mediano plazo le van a dar más problemas que beneficios. Parece que Ortega escogió, apresuradamente, el camino sin salida que le mostró el presidente venezolano.

Con México las cosas han ido muy mal. Declaración de persona non grata, retiro de embajadores, enfriamiento de las relaciones, cruce de palabras entre los mandatarios. Y todo ello por la intervención grosera del presidente venezolano. Ahora, para limar asperezas, mandan de embajador al prócer Roy Chaderton, quien descubrió ser revolucionario ahora, después de haber transitado por los círculos de poder de la tan odiada cuarta república, al lado de Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Campíns, Jaime Lusinchi y Rafael Caldera. Más actor que diplomático, Chaderton tendrá una misión imposible como la que se le asignó para obtener el puesto de Venezuela de miembro no permanente en el Consejo de Seguridad, hace algún tiempo.

El encuentro con Uribe es importante. No se trata de un encuentro entre amigos. Las diferencias son notorias, pero el mandatario colombiano, más hábil que el revolucionario venezolano, aprovechará de su verbo y de su ímpetu. La liberación de rehenes, las relaciones con las FARC, entre otros, serán los temas de conversación entre los dos mandatarios. El indulto de quienes no saben todavía porque estaban detenidos, los paramilitares que querían asesinarle, forma parte del contexto de esta reunión, como también la llamada del presidente francés que se relaciona con la liberación de la ex candidata Ingrid Betancourt, también francesa. La visión política y económica de Sarkozy es absolutamente distinta a la de Chávez. Una simple coincidencia pasajera que el líder de la revolución tratará de aprovechar.

En Colombia no se aprecia la política venezolana, menos la exportación de la revolución, pero las circunstancias y el momento hacen que la prudencia impere. De nuevo, la veteranía de la diplomacia y de la dirigencia política colombiana, nada improvisadas, como la revolucionaria bolivariana, prevalecerá y a mediano plazo, las tablas tendrán en donde aterrizar.

Y así sucesivamente, fracaso tras fracaso, confrontación tras confrontación el régimen millonario y despilfarrador actúa a espaldas de los intereses nacionales de la inmensa mayoría de los venezolanos.

Pero las complicaciones tienen su precio y desde hace rato se ha venido facturando el fracaso bolivariano.

rcb@arcadiafoundation.org


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